El cayado del báculo pastoral de San Julián es una pieza realizada hacia el año 1.200 en bronce dorado y esmaltado mediante la técnica de tipo excavado o Champlevé utilizado en el taller de Limoges.
En el esmaltado predomina el color azul que se combina con colores blancos y rojos.
Del Siglo XIII y procedente de la población de Ribagorda, esta románica cruz está trabajada en cobre dorado y guarda similitud con la de Arrancacepas en cuanto a su diseño, aunque en este caso se trata de unos brazos en los que su intersección quedan potenzados formando un cuadrado, teniendo ampliaciones en forma elíptica antes de su terminación a modo de flor de lis, salvo en el extremo inferior ya que este brazo se encuentra partido, no pudiendo observarse su empuñadura, que podría ser de cañón y nudos lisos, apropiados a su carácter profesional.
El Museo Diocesano ocupa las tres primeras plantas del Palacio Episcopal, edificio adosado a la Catedral en su costado sur, y está formado por 10 salas que muestran más de 200 piezas provenientes de fondos de la Catedral y de numerosas parroquias de la Diócesis de Cuenca.
En el Zaguán de la planta de entrada al Museo se encuentran varias obras: esta campana, un tapiz, unas grandes puertas mudéjares de madera y la pieza destacada temporal.
En las vitrinas de la Sala 5 hay una colección de diversa orfebrería conquense procedente de múltiples parroquias de la Diócesis, entre ellas una serie de cruces procesionales.