En el registro superior, con un fondo de oscuridad nocturna, el ambiente contrasta con la única iluminación del fulgor que desciende sobre la figura de un Cristo sumido en un activo éxtasis, elevando su mirada hacia el cielo, vestido con túnica de carmín y manto azul, arrodillado y recibiendo la visita de un ángel, vestido de verde claro, que desciende sobre una nube sosteniendo un cáliz con su mano izquierda.
La figura de Jesucristo muestra las pautas propias del simbolismo en el arte bizantino.
Como complemento pictórico de este óleo, indicar que en el registro superior, a la derecha de Cristo para el espectador, y al fondo, hay unas pequeñas figuras representando a Judas Iscariote encaminando a los soldados que prendieron a Jesús.