Díptico Bizantino
También conocido como Relicario de los Déspotas de Epiro, fue mandado realizar en el siglo XIV por los gobernantes del Despotado de Epiro en Ioánina, la basilisa María Angelina y su esposo el déspota Tomás Comneno.
Debieron mandarlo elaborar este díptico entre los años 1.367 y 1.384, fechas en las que rigieron como soberanos, y parece ser que se realizó en un taller de Meterora, en Grecia.
Se encuadra esta obra dentro de la denominada escuela cretense, la cual procedía de las artes cultivadas en los conventos griegos del monte Athos.
La técnica empleada es la de encaústica sobre tabla y plata repujada con perlas, piedras preciosas y reliquias.
Están pintadas al temple con pequeños iconos, y se encuentran recubiertas por una plancha de plata que va recortada para dejar ver las figuras pintadas y los pequeños huecos para albergar reliquias que se sitúan bajo los iconos, complementándose el relicario con la decoración de perlas, pequeñas piedras preciosas y un borde rícamente adornado (conserva un total de 918 perlas y 303 piedras preciosas).
Cada una de las hojas del Díptico se organiza en torno a un personaje central dentro de un recuadro: la figura de la Madre de Dios como Virgen Hodigitria en el ala izquierda y la de Jesús como Pantocrátor en la de la derecha.
Alrededor de las dos figuras centrales se desarrollan en cada una de las dos hojas o alas una serie de 14 Santos, a estos ya representándoseles solo su busto, sobre sus reliquias.