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Belmonte: Colegiata (05) Capilla de la Inmaculada

 

Capilla de la Inmaculada

 

Fundada por Juan de Cisneros, un destacado “hijodalgo” de la población de Belmonte, fue construida por el maestro de cantería Juan de Homa en el primer cuarto de siglo XVI, en estilo gótico.

La Reja que protege su acceso bajo un gran arco algo apuntado es atribuida a Juan Francés, aunque no tengamos constancia documental de ello, si bien su traza semeja, con algunas variaciones, la contigua de San Pedro y San Pablo por él elaborada.

Se compone dicha reja de traza gótica de un solo cuerpo y su remate dentro del cual se desarrolla horizontalmente una barra, interrumpida hacia su mitad, donde se abren las dos hojas de la puerta de entrada bajo un friso o cenefa a mayor altura que dicha barra.

Los barrotes, que solo poseen macollas decorativas en sus basas, colocadas en arista están dispuestos de manera alterna entre sus formas lisas y las retorcidas, que se contrapean en la parte superior del cuerpo y de la cenefa.

En el friso situado sobre la puerta aparece una inscripción alusiva a la Virgen: DIGNARE ME LAUDARE TE VIRGO SACRATA DA MIHI VIRTUTEM CONTRA HOSTES TUOS  (Hazme digno de alabarte, Virgen Santa; dame fuerza contra tus enemigos).

El friso superior de la reja, de chapa recortada sobrepuesta, muestra una decoración de tipo vegetal con unas torrecillas o garitas de aspillera abierta con tronera de cruz y orbe que sobresalen de la cenefa. A este respecto hay que mencionar que este motivo ornamental de las torrecillas es un tipo de recurso decorativo que utilizaba el rejero Fray Francisco de Salamanca, monje cartujo y dominico que fue hermano converso de la Cartuja de Santa María del Paular en Rascafría, donde en el friso superior de la reja del coro de ese monasterio, realizada por él, figura idéntico tipo decorativo.

En el centro de su ornamentada crestería, sujeto por un torneado barrote, se encuentra el escudo de su fundador.

 

Detalles de la Reja.

La capilla guarda en su interior dos retablos y dos imágenes procesionales, todo ello bajo una Bóveda cuyos nervios apean en cuatro ménsulas situadas en cada una de las esquinas formadas por sus muros.

Cada ménsula que soporta la bóveda se decora con uno de los cuatro cuarteles del escudo del fundador, que sostiene un ángel con sus manos. En cuanto a la bóveda de crucería estrellada cuenta la misma con su clave central, ocho claves secundarias ornamentadas con florones y en el vértice de los cuatro arcos que la sostienen el escudo del fundador.

 

Detalles de las ménsulas que soportan la bóveda.

En el muro de la derecha se sitúa un gran retablo de estilo plateresco, el denominado retablo de la Inmaculada, en cuyo zócalo figura una inscripción con la fecha de 1522 casi desaparecida hoy en día, que contiene diez pinturas sobre tabla. Se atribuyen estas pinturas a Juan de Borgoña, tal vez porque el autor de las mismas pudo ser un maestro de la escuela toledana a la cual agrupamos a este artista en el momento de transición entre el gótico y el renacimiento.

Este retablo está formado por una predela y dos cuerpos con tres calles cada uno, coronándose en el centro del mismo con un Calvario. Cuenta además el retablo con guardapolvos o polsera a cada lado (donde aparecen los escudos del fundador de la capilla) que apean sobre angelotes. Sus entrecalles tienen pilastras que poseen sus correspondientes basas, capiteles y fustes con decoración plateresca, al igual que sucede horizontalmente con los frisos a modo de entablamentos que dividen su arquitectura.

Imágenes de las tres tablas de la predela, las laterales en la parte superior y la central en la inferior.

 

En las molduras de la predela se encontraba la inscripción gótica, casi ilegible hoy día, donde en su frase final indica: a honra y gloria de “nuestra sennora” la Virgen María i de su divino hijo, acabose año de DXXII -1522-.

Se muestran en esta predela tres tablas con fondo dorado, cada una de ellas con la representación de tres santos de cuerpo casi entero. En la casa o tabla de la izquierda podemos ver a Santa Catalina de Alejandría, Santa Elena y Santa Quiteria. En la central se encuentran Santiago, San Juan Bautista y San Andrés, mientras que en la tabla derecha están San Eustaquio, San Pedro Apóstol y San Roque.

Las tres pinturas del primer cuerpo, las ubicadas en los laterales son las que aparecen en la parte superior de esta imagen y la central en la parte inferior.

Foto ampliada de la imagen de la Virgen en la tabla central del primer cuerpo del retablo.

En el segundo cuerpo, a la izquierda, se muestra el Nacimiento de la Virgen, o Natividad de María, donde su madre Santa Ana aparece en su lecho atendida por una doncella mientras que otras dos se ocupan de la Virgen. En la tabla central el Abrazo de Joaquín y Ana ante la Puerta Dorada. En la tabla de la derecha la Coronación de la Virgen en la que, bajo un fondo de cortinas desplegadas y sujetas por dos ángeles que forman un dosel en el centro, aparece humildemente arrodillada María en actitud orante mientras a cada lado el Padre y el Hijo emplazan la Corona sobre la cabeza de la Virgen, encima de la cual se encuentra la alegoría del Espíritu Santo en forma de paloma.

En el coronamiento de este retablo los laterales aparecen con ornamentación propia del plateresco, y en la parte central la tabla muestra la pintura de un Calvario con Cristo en la cruz y a sus pies la Virgen y San Juan. Este ático se cierra en la parte superior con un remate circular en cuyo centro figura el escudo de los Pacheco.

En el muro norte de la capilla, frente al acceso a la misma, se encuentran dos arcosolios con arcos rebajados que en su origen estaban destinadas a los sepulcros de sus fundadores que en la actualidad alojan dos imágenes procesionales. La escultura de la izquierda muestra el tema iconográfico de Cristo atado a la columna, imagen barroca datada en el año 1752 que se le atribuye al escultor imaginero Francisco Salzillo. A la derecha tenemos la imagen un Ecce Homo, Cristo con la caña, que es del siglo XVI.

Cristo atado a la columna.

Adosado a la pared que resta, entrando a la izquierda , tenemos el Retablo de San Andrés de talla renacentista que fue realizado en el siglo XVI y está formado por predela, tres calles, dos cuerpos y ático.

Este retablo se estructura a través de espacios laterales similares en sus proporciones, con relieves entre columnas abalaustradas que las encuadran, así como frisos de separación de cada piso, mientras que la calle central tiene sus casas de mayor altura, sobrepasando su coronamiento y formando con ello un ático que sustenta un Calvario.

La predela tiene solo dos casas talladas en los laterales, que en la parte central cuenta con un Sagrario o tabernáculo barroco añadido posteriormente. En la calle izquierda se muestra la escena de San Jerónimo Penitente, y en la derecha María Magdalena Penitente.

A la izquierda del primer cuerpo tenemos la Circuncisión del Señor y a la derecha el Nacimiento de Cristo.

En la calle central, sobre la predela y ocupando un espacio que supera el nivel superior del primer cuerpo, se encuentra la escultura con la imagen exenta de San Andrés en una hornacina.

En el segundo piso se representa a la izquierda la Anunciación y a la derecha la Visitación de María.

En el centro, sobre la imagen de San Andrés hay otro nicho con la Coronación de la Virgen en el Cielo, que está realizada en mayor relieve que las del resto del retablo y superando el coronamiento de los laterales.

 

 

Sobre el ático, que queda rematado en frontón triangular, se emplaza un Calvario.

Latitud: 39° 33' 36.9504" N
Longitud: 2° 42' 9.612" W

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