CASTILLO DE PRIEGO
El Castillo se posiciona sobre la plataforma de un pequeño cerro, rodeado en su mayor parte por un abrupto y fragoso meandro originado por un arroyo que vierte sus aguas en el cercano curso del río Escabas.
Los restos que se conservan corresponden principalmente a una gran torre del homenaje, denominada Torreón de Despeñaperros, parte de un lienzo de otra torre y de algunos muros, así como una puerta de entrada al recinto amurallado que lo rodea.
Respecto a su origen, no se tiene hasta el momento certeza de que algunos de los restos que quedan de sus primitivas cercas o muros correspondan a los vestigios de una posible fortificación islámica de los siglos VIII o IX.
Pero sí se conserva copiosa documentación en el “Inventario del Archivo de los Condes de Priego”, comprendida entre los años 1207 y 1860, por la que conocemos que la familia Carrillo ostenta dicho señorío de Priego desde finales del siglo XIII.
La aldea de Priego fue donada por el rey Alfonso X “el Sabio” a don Garci Gómez Carrillo, y posteriormente el rey Fernando IV “el emplazado”, en el año 1298, concedió el privilegio de los derechos del castillo a un hijo de don Garci, llamado Alfonso Ruiz Carrillo, que ostentaría el título de Alcaide.