Iconografía y Simbología
Desde el punto de vista iconográfico, se trata de la representación doctrinal de los grandes principios de la Fe, como es la de Dios Padre (mano bendicente), Cristo como Juez Supremo, acompañado por los cuatro vivientes (Pantocrátor con el Tetramorfos), así como la representación de testigos de las manifestaciones de la Divinidad, como son los apóstoles, considerándolos así como intermediarios entre Dios y los hombres.
Se trata pues de una visión de la Maiestas Domini, sentado sobre el trono del Universo, en la gloria celestial, a modo de rey soberano que se presenta para juzgar a los hombres, dando fe de la grandeza divina, que es el principio y el fin de los tiempos.
Ahora, desde el poder absoluto, intervendrá en la vida de los humanos separando a los creyentes de los que prefirieron los ídolos paganos.
Conserva el rigor del texto evangélico simbolizando : "Dueño del tiempo, ordenador del macrocosmos celestial y microcosmos terrenal, dueño del pasado, del presente y del futuro".
Los elementos pictóricos que forman esta Maiestas tienen un carácter simbólico, como es el caso del Pantocrátor que simboliza la representación del Todopoderoso, Padre e Hijo, el Credentor y el Redentor; la mandorla tiene un significado de unión del cielo y la tierra, de los mundos inferiores y superiores, encuadrando a los seres humanos santificados, simbolizando la superación del dualismo materia-espíritu, cielo-tierra, siendo las escamas representadas el símbolo del límite de la tierra y el contacto con el cielo, significando así el cielo mismo; el tetramorfos simboliza la universalidad de la presencia divina, las cuatro columnas del trono de Dios, el mensaje de Cristo, el cielo, el mundo de los elegidos, el lugar sagrado, los cuatro evangelistas que tratan de presenciar a Cristo como el Mesías esperado, el Salvador; el libro que porta Cristo se encuentra abierto, ofreciendo sus pensamientos y sentimientos, siendo el símbolo del Universo, el libro de la vida del Apocalipsis que está en el centro del Paraíso, faltándole al mismo la escritura en letras capitales latinas la frase de " EGO SUM LUX MUNDI ", yo soy la luz del mundo; la mano bendicente de Cristo figura con tres dedos elevándose, símbolo de la Santísima Trinidad; el arco iris es el símbolo del puente entre el cielo y la tierra o alianza entre Dios y la tierra; los apóstoles simbolizan a la iglesia Universal dando fe de Cristo; la paloma como símbolo del Espíritu Santo representa el Espíritu de Dios; los rayos simbolizan una emanación luminosa que se expande desde su centro sobre otros seres, ofreciendo una influencia fecunda; los cuadrados que complementan la bóveda simbolizan el Universo creado, tierra y cielo; y en cuanto al significado del número siete que aparece en los 7 haces de rayos que proyecta la representación del Espíritu Santo, los 7 colores del arco iris, la cenefa con agrupaciones de puntos en número de 7, etc., es el símbolo de una totalidad en movimiento, la clave del Apocalipsis.