El arte en Cuenca

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Caracenilla: Ermita de Uterviejo, y otros

 

ERMITA DE UTERVIEJO y OTRAS OBRAS

 

Se trata de las ruinas románicas de la Iglesia Parroquial del despoblado de Uterviejo, antigua población situada entre el cerro testigo del Otero y las denominadas Cuevecillas de los Moros o de Uterviejo.

Esta iglesia románica, cuya advocación era la de San Miguel Arcángel, se edificaría tras la repoblación del territorio, a finales del siglo XII o comienzos del XIII, continuando su uso hasta su desaparición como aldea a mediados del siglo XVII, momento a partir del cual fue progresivamente destruyéndose.

 

Vista de la ermita al fondo, entre los dos cerros: el de la Cuevecilla de los Moros y el de Uterviejo.

Construida en mampostería de piedra bruta y con sillares en las esquinas, en la actualidad ha desaparecido todo el muro sur pero permanecen en pie, aunque en muy mal estado, el muro norte, el del oeste y parte del ábside.

Con lo que resta se puede observar la estructura y planta románica de la ermita, de una sola nave, presbiterio, ábside semicircular  y sacristía adosada al mediodía a la que se accedía desde el presbiterio.

Con los datos aportados por la documentación que se conserva de este templo sabemos que al interior se cubría mediante una techumbre de madera o artesonado, aunque desconocemos si éste revestía toda la cabecera o solo la capilla mayor (usualmente en la arquitectura románica se cubrían con bóveda de cañón en el presbiterio y de cuarto de esfera o de horno en el ábside).

Contaba originalmente la iglesia con una espadaña alzada sobre el muro de poniente que a comienzos del siglo XVII presentaba ruina. Por ello en el año 1625 se decide construir en el interior del templo, aprovechando los muros del ángulo suroeste, una torre de planta cuadrada con dos huecos para campanas. Y en la misma fecha se establece crear una capilla en el lado opuesto de la torre, en el ángulo noroeste, debajo de la tribuna.

Vista de la ermita en la unión de los lados norte y de poniente.

 

Vista del muro norte en dos imágenes

 

Los restos visibles que se pueden ver hoy en día son los siguientes:

** El Muro Norte presenta en el lienzo correspondiente a la nave dos secciones separadas horizontalmente por unos sillares, con la mampostería original de época románica en la parte inferior y otra por encima elaborada con yeso correspondiente a las reformas realizadas con posterioridad.

En el muro perteneciente al presbiterio, que conserva su altura original, se aprecian los retranqueos de la embocadura entre nave y presbiterio y entre éste último y el ábside, que en ambos casos cuentan con la falta de varios de sus sillares.

En la parte superior de este muro del presbiterio se advierte una cornisa en sillería que apoya sobre canecillos anacelados lisos.

Visto este muro del presbiterio desde el interior se puede distinguir los restos de una puerta cegada, posible acceso al cementerio, y a su lado pero ya en el muro de la nave la apertura de un ventanuco en sillería.

** El Ábside solo mantiene en pie la mitad de su hemiciclo, el costado norte.

Restos del ábside.

** El Muro Oeste o de Poniente, al igual que sucede con el de la nave norte, muestra dos partes diferenciadas separadas horizontalmente por sillares de piedra, que en este caso también conserva entre sillares el vano de una ventana aspillerada románica.

Ventana aspillera.

Imágenes de las ruinas del interior de la ermita.

** Capilla bautismal a la que se accede por un arco de medio punto adovelado con grandes sillares. Se conserva, aunque deteriorada, su pila formada por gruesa moldura redondeada y sin decoración en su embocadura, con friso de arcos apuntados en el centro y otra moldura más fina en su base que la circunda.

El arco de la capilla desde el interior.

 

NOTA: SE MUESTRAN A CONTINUACIÓN IMÁGENES DE LOS VANOS DE ENTRADA A LAS CUEVECILLAS DE LOS MOROS

 

EREMITORIOS

 

Las denominadas Cuevecillas de los Moros, próximas a la Ermita de Uterviejo, se encuentran talladas en la ladera del cerro Cabeza Merina.

Son varias cuevas cuyas entradas están orientadas al mediodía y forman parte del numeroso grupo de EREMITORIOS RUPESTRES MEDIEVALES que se encuentran en La Alcarria, y en particular próximos al entorno de Huete, como es el caso de los llamados “Agujeros de Carcunda” optenses.

Imágenes de las entradas a los eremitorios.

 

SE CITAN OTRAS DOS OBRAS QUE COMPLETAN EL PATRIMONIO DE CARACENILLA.

PUENTE ROMANO

 

Aunque ha sufrido diversas reformas en diferentes momentos posteriores, muestra una estructura original de época romana.

Se trata de un puente de un solo ojo con arco de medio punto, que salva el cauce de un arroyo tributario del Rio Mayor, sobre una antigua vía romana.

Sus estribos y enjutas están construidos en mampostería, mientras que su vano o luz conserva su fábrica original romana, edificada con grandes sillares de piedra caliza colocados a hueso (sin mortero ni argamasa, que se sustentan por su propio peso y su precisa colocación).

Dovelas del arco del puente.

Su tablero o calzada, ligeramente alomada, guarda su empedrado entre pretiles formados por sillares de piedra.

MILIARIO-HUMILLADERO

 

Conocido como “Poste de las Ánimas” es un Humilladero que se ubica en el anterior emplazamiento de un Miliario romano, tal y como sucede en el vecino poste de las ánimas de Valdecolmenas de Abajo.

Éste de Caracenilla sería uno de esos miliarios, que se colocaban en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias de cada milla romana. Tras su desuso pasó a convertirse este lugar en un enclave propicio para elevar un humilladero en la edad moderna.

Los humilladeros se situaron a la entrada de las poblaciones, en forma de pilar, con alguna imagen y una cruz. Era un punto de oración para los caminantes donde pedían protección o agradecimiento en los viajes, donde se arrodillaban o santiguaban y que con dicho gesto toma su denominación de humilladero.

El Humillaredo está construido en sillería con una cavidad u hornacina en su parte superior, espacio en el que se ubicaba la imagen a la que imploraban o agradecían, y se remataba en su parte superior con una cruz. Todavía pueden apreciarse los huecos donde encajaban los barrotes de la reja metálica que protegía la correspondiente imagen venerada.

 

 

Latitud: 40° 10' 13.692" N
Longitud: 2° 34' 16.7556" W

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