El arte en Cuenca

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Cuenca: Catedral (11)

La Capilla Mayor

Su estructura primitiva del siglo XIII fue transformada en la segunda mitad del siglo XV, cuando se hizo la doble girola.

Otra nueva alteración se produjo a finales del siglo XVI cuando fue trasladado el coro primitivo desde el Presbiterio para su ubicación en el centro de la catedral, delante del crucero.

Y además en el siglo XVIII se llevó a cabo la actual obra del nuevo retablo del Altar Mayor.

Lo primero que puede observarse desde el exterior de la Capilla, tras el Presbiterio con sus púlpitos, son las tres rejas que acotan su espacio, la reja principal y las dos rejas laterales.

La Reja principal de la Capilla Mayor

La gran reja principal de la Capilla Mayor fue realizada entre los años 1511 y 1516, obra del rejero Juan Francés, que refleja el momento de transición entre el gótico, que le sirve de base, y el renacimiento, que lo realza.

Está formada la reja por dos cuerpos más la crestería que la corona, quedando dividida en tres calles separadas por pilastras, donde se distribuyen un total de 56 barrotes retorcidos, que en la mitad de cada uno de los dos cuerpos recorre horizontalmente una barra que los divide en dos partes de cada cuerpo, con bolas a cada lado de la barra citada, quedando unidos los dos barrotes por unas horquillas en ángulo.

Los dos cuerpos quedan separados por una cenefa calada, y otra separa el cuerpo superior del montante.

 

La cenefa inferior que separa los dos cuerpos de la reja consta de tres medallones a modo de guirnaldas, redondo el del centro y ovalados los laterales, así como seis niños como sosteniendo unas guirnaldas de donde surgen unas bichas.

En este detalle del lateral derecho, en su extremo el niño que sostiene una guirnalda y a la izquierda dos niños sosteniendo un medallón ovalado, con un busto en el centro.  

En este detalle de la parte central de la cenefa, dos niños sujetan un medallón redondo donde dentro figura una ancha copa desde donde surge una flama, con dos coronas en sus lados.

La crestería tiene en su base la cenefa calada del cuerpo superior, en donde se desarrollan figuraciones de niños, candelabros, floración vegetal y pájaros.

El montante en sí mismo también tiene una figuración de cuatro candelabros, un exuberante follaje, y se remata con un Calvario en el que Jesús está en el candelabro central y la Virgen y San Juan en los candelabros laterales contiguos al central.

Detalle de la parte central del montante y de la cenefa superior de la reja.

La ornamentación del montante es variada, con series de niños sentados entre la hojarasca, ángeles en torno a los candelabros, todo orientado hacia la Cruz de Cristo como supremo símbolo de la ley de Gracia con que quedamos libres de las ataduras y esclavitud del pecado.

 

Detalle de la imagen de Cristo Crucificado.

Reja Lateral

Las rejas laterales de la Capilla Mayor también fueron realizadas en el siglo XVIII, trabajadas en los talleres de Elorrio en Vizcaya por Rafael Amezúa en el año 1740.

De similar diseño, sus montantes presentan la forma de un gran custodia en el centro, con florones en forma de pináculos a sus lados.

 

La reforma de la Capilla Mayor fue encargada al arquitecto Ventura Rodríguez en el año 1752, formando parte de su proyecto el Transparente que se encuentra a sus espaldas, en la girola.

Los ejecutores de este proyecto fueron los arquitectos Eugenio González y Pedro Ignacio Incharraundiaga.

Entre los años 1753 y 1760 se realizó un retablo para el Altar Mayor, así como unos estucos laterales formados por cuatro medallas y otros cuatro medallones encima de ellos.

Los mármoles del retablo fueron obra de Blas de Rentería, mientras que las esculturas y relieves del altar los ejecutó Bociardi en mármol de Carrara.

Los estucos que flanquean el retablo son obra de los estuquistas Pietro Ravaglio y Giovanni Battista de Cremona.

El Retablo consta de cuatro columnas con capiteles corintios que encierran un alto relieve de la Virgen con el Niño y unos ángeles, uno de ellos realizando la ofrenda de un canastillo de flores.

En los intercolumnos se ubican dos grandes estatuas de cuerpo entero de mármol de Carrara con Santa Ana y San Joaquín.

 

En el ático del Retablo, sobre unas cabezas de angelitos y la paloma del Espíritu Santo, se encuentra la figura de El Padre Eterno con dos ángeles en forma de adorar sobre las volutas, y encima otros dos ángeles sosteniendo un jarrón. 

Flanqueando el retablo hay cuatro medallas con relieves de estuco, dos a cada lado, que representan episodios de la vida de la Virgen.

En estos relieves están las representaciones de la Visitación a su prima Isabel, en el de la izquierda, y a su lado la de su Coronación.

En estos otros dos relieves de estuco se representa la Presentación en el Templo y la Anunciación.

Por encima de las medallas con escenas de la Virgen, hay otros cuatro estucos, dos a cada lado del retablo,  que en este caso son medallones, y en ellos se representa a los cuatro evangelistas.

En esta imagen, la de San Lucas simbolizado con un toro, ya que su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo donde se sacrificaban animales como bueyes y terneros.

En este medallón se representa a San Marcos, simbolizado con un león porque su evangelio comienza con la predicación del Bautista en el desierto, donde había animales salvajes.

San Juan, representado con un águila, porque es el que con sus escritos se elevó a más grandes alturas de espiritualidad.

San Mateo, simbolizado con un ángel (hombre con alas) porque su evangelio comienza con la lista de los antepasados de Jesús.

Púlpitos

Aunque los dos púlpitos de la Catedral se encuentran en el Presbiterio, como este espacio forma parte del primitivo Coro y además están realizados con el mismo mármol encarnado que se usó para el Transparente, y realizado en el mismo tiempo en el que se hizo el Altar Mayor y por los mismos maestros que allí trabajaron, se incluyen en este espacio.

Obra del s. XVIII, está  formado cada uno por una escalinata de balaustres, una tribuna o cátedra y un tornavoz que lo corona que se corona cada uno de ellos con una escultura representando la alegoría de la Fe en el del lado de la Epístola y el de la Elocuencia en el del Evangelio.

Quedando la tribuna o cátedra sujeta por una hoz de cuatro columnas marmóreas de orden dórico.

 

Cada una de las tribunas de los púlpitos reposan sobre un haz de cuatro columnas marmóreas de orden dórico, y cada una de ellas presenta en los frentes de sus antepechos cuatro hornacinas que albergan en el lado de la Epístola a los cuatro escritores del Nuevo Testamento, San Pedro, San Pablo, San Judas y Santiago el Menor, mientras que en el púlpito del Evangelio se representa a los cuatro Evangelistas, S. Mateo, S. Marcos, S. Lucas y S. Juan. 

Vista desde el Presbiterio, de las columnas y arcos laterales del mismo donde se encontraba el primitivo coro, tras los cuales se encuentran las dos naves laterales de mediodía con que contaba la planta gótica y que dan paso a la girola.

Latitud: 40° 4' 43.3488" N
Longitud: 2° 7' 46.5204" W

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