Altar de San Juan del Castillo
Adosado al muro de la Epístola, entre una de las grandes columnas que soportan las bóvedas de la Colegiata y la capilla de San Juan, se encuentra este altar dedicado actualmente a un hijo del pueblo, el Beato Juan del Castillo.
Se trata de un altar en forma de retablo que en su origen fue mandado construir por Juan de Moya en el año 1622, cuyo escudo nobiliario se encuentra en el medallón que lo corona, aunque superpuesto por el de la familia del actual titular.
Al principio estuvo el altar-retablo dedicado a Santa Teresa de Jesús, que albergaba una imagen suya, hasta que en 1765 la Colegiata adquirió otra talla que en este caso correspondía a San José, obra del imaginero Francisco Salcillo, por lo que se procedió en ese momento a sustituir la anterior por ésta de San José.
Fue a partir del año 1934 cuando este altar se dedicó definitivamente al belmonteño Beato Juan del Castillo (1595-1628).