Conserva su Pila Bautismal románica sobre un pedestal cilíndrico liso cuyo vaso lleva decoración gallonada algo inclinada que se recoge en la base, quedando cortados estos gajos de manera horizontal en su parte superior mediante una moldura abocelada que discurre por su embocadura.
En el muro norte de su iglesia, como sujección de su alero, se aprecian una serie de canecillos biselados, así como unos contrafuertes de su primitiva iglesia románica.
A algo más de unos tres kilómetros de la población se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de Horcajada, primitiva iglesia románica de una antigua villa existente en este lugar.
Sobre un pie de fuste cilíndrico, el vaso de la Pila Bautismal de la iglesia de Reillo, está decorado en su embocadura con un bocel, bajo el que se desarrolla una cenefa con restos de inscripciones.
A partir del bocel que discurre por el centro del vaso se transforma el diseño de la taza pasando de una forma cilíndrica a una esférica, decorándose esta mitad inferior con estrechos y numerosos gallones recogidos en su base.
A los pies del Castillo medieval de Paracuellos se encuentran las mínimas ruinas de la Ermita románica de San Lorenzo, que era la antigua parroquial de la población que se extendía alrededor de ella.
Tan solo se aprecian bajo el castillo, ya en el valle, y justo sobre los títulos de la población y ermita, restos de un corto murete.
A pesar de las posteriores transformaciones que sufrió la iglesia, conserva exteriormente de su primitiva construcción románica su portada, ábside y espadaña, mientras que al interior se encuentra una pila baurtismal y la traza de su artesonado.