El Castillo de Lunase asentaba en la cima de un gran cerro sobre la actual población, quedando de sus gloriosas ruinas una gran Torre, el aljibe, silos y lienzos aislados de muralla,
Partiendo de cada extremo del Castillo bajaban las murallas que rodeaban a la ciudad formando un rectángulo.
La Peña de Moya, donde se asienta el conjunto urbano medieval de Moya, está orientada sensiblemente de norte a sur, en una longitud de unos 100 m., quedando arriba una meseta bastante plana, asiento de la ciudad abandonada; su ladera occidental es muy escarpada y no necesitó muralla por su natural inexpugnabilidad, mientras que su ladera oriental es mucho más suave y por eso fue dotada de muralla doble, con amplio camino de ronda entre ambas.
La fortificación de este lugar se centra dentro del casco urbano, en la iglesia cuyo antiguo cementerio adosado a ella está rodeado por un perímetro defensivo.