En la parte más elevada de la población se encuentra el denominado Barrio de El Castillejo, donde se conservan restos de muralla y una puerta de entrada a su recinto fortificado conocida como Arco de La Malena.
Es en este elevado espacio, que ocupa dicho barrio del Castillejo, donde se establecieron los primeros moradores taranconeros. Desde este lugar se fue desarrollando la población a través de las diversas culturas que fueron ocupando este territorio conquense.