Dentro del término municipal de Albendea, como a unos siete kilómetros de la población, se encuentra esta ermita-mausoleo declarada Bien de Interés Cultural (B.I.C.) por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en el año 2008 con categoría de Zona Arqueológica.
Se trata de un monumento funerario, cuyo origen se remonta al siglo IV d.C., vinculado a una fastuosa villa romana de la que formaba parte y cuyos restos se hallan a un centenar de metros de este enterramiento.
Tras su utilización como mausoleo el edificio pasó por distintos usos hasta el momento actual, ya que una vez que perdió su función como sepultura se procedió en época visigoda a adaptar la cripta como baptisterio.
Posteriormente y tras el periodo islámico, del cual desconocemos su posible utilización, debió utilizarse en época cristiana como lugar de culto en torno al cual existió una pequeña necrópolis, tal y como lo confirman las estelas sepulcrales encontradas.
En la edad moderna, en tiempo de los Reyes Católicos, la cabecera triabsidada o trícora que se conserva fue reutilizada como ábside de una iglesia de la que casi no queda resto alguno de sus paramentos.