El segundo cuerpo del Retablo tiene solo dos columnas, en este caso de orden corintio, y en su parte externa las esculturas de Zacarías a la derecha y la de San Juan Bautista con el cordero a la derecha.
En la calle central la escena de la Ascensión, en un monte, con la Virgen y once Apóstoles arrodillados mirando hacia las alturas donde aparece Cristo glorioso y resucitado envuelto entre las nubes, ascendiendo hasta los cielos.
Las calles laterales cuentan con las otras cuatro pinturas de los Apóstoles que en este caso quedan separados de dos en dos por unas pilastras; la parte superior de estas laterales, por encima de los apóstoles, poseen otros dos cuadros de posterior época en los que hay a la derecha una representación de una escena de la vida de san Nicolás de Bari, y en el de la izquierda la figura pontifical de San Julián con una cestilla colgada de su báculo, junto al mártir San Lorenzo.
El montante del Retablo queda configurado en cada una de sus calles laterales por un medallón sostenido por dos ángeles con la representación pictórica de dos profetas, y en la calle central por un arco de medio punto dentro del cual aparece la escultura de medio cuerpo con la figura del Padre Eterno bendiciendo con su mano derecha.
Queda rematado el retablo con un Cristo Crucificado.