Monolito en memoria de Jorge Manrique
En la conocida como “guerra del marquesado (1475/80)” entre Diego López Pacheco y los Reyes Católicos, en una escaramuza cercana al castillo, en el camino de la Nava, resultó herido mortalmente en el año 1479 el poeta Jorge Manrique, que estaba enrolado con las tropas del bando de Isabel y Fernando y al que el alcaide del castillo de Garcimuñoz, partidario del marqués, le tendió una celada. Un sencillo monumento existente en el lugar recuerda este suceso que muchos sitúan erróneamente en el propio castillo.
En la segunda mitad del siglo XVII se comenzó la construcción de la iglesia, para lo que se reutilizó una crujía del castillo en su edificación. Y en el año 1835 tanto el patio de armas como parte de los muros de la primera planta pasaron a utilizarse como cementerio.
Entre el 2010 y 2016 se ha procedido a su rehabilitación y musealización. Esta polémica intervención, que afecta tanto a la entrada como al patio de armas y las dos torres situadas al norte, es obra de la arquitecta Izaskun Chinchilla que incorpora varias técnicas bioclimáticas en un denominado estilo ortográfico en el que las piezas que lo forman son tan flexibles y diminutas, tan pequeñas y ligeras que se conciben como puntos y comas de un texto.