Estos arcosolios que fueron empezados en el siglo XV en la época de Juan Pacheco, primer marqués de Villena, se realizaron al estilo del gótico tardío, con sus bóvedas labradas, molduras y tracerías en paredes traseras, pajecillos portando escudos, bajo arcos carpaneles rematados por conopiales ornamentados por crochets, etc., pero quedaron inconclusos hasta que el tercer marqués de Villena, Diego II López Pacheco promovió la ejecución de las esculturas renacentistas, encargando esta labor al escultor y tallista Gregorio Bigarny que las realizaría en la década de los años cuarenta del siglo XVI.
Por lo que se refiere a las obras de construcción arquitectónica de esta Capilla Mayor, las mismas fueron levantadas bajo la dirección de los maestros Marquina y Martín Bonifacio, colaborador éste último entre los más destacados de Hannequin de Bruselas, motivo por el que es evidente la estrecha relación artística de estas edificaciones con el foco hispano-flamenco toledano.