El arte en Cuenca

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Belmonte: Colegiata (10) Capilla Mayor

 

Capilla Mayor

 

Desde la nave central de la iglesia, a través de un gran arco triunfal apuntado que apoya en pilastras, percibimos el espacio absidal de la Colegiata, dentro del cual se encuentra la Capilla Mayor, en el que su pavimento se eleva a mayor altura que el nivel del suelo del resto del templo, por lo que para el acceso a esta zona se asciende a través de tres peldaños.

La planta poligonal de esta Capilla tiene nueve lados cuyos muros se dividen horizontalmente en dos cuerpos a través de una moldura, abriéndose en el superior para su iluminación cuatro abocinados ventanales góticos de apuntadas ojivas que poseen cada uno cuatro finas columnas a cada lado con decoración similar a la que se ofrece al exterior.

La bóveda que la cubre es también de crucería estrellada, pero más compleja que las del resto de capillas puesto que al interior de algunos plementos así como en el espacio interno, creado por los nervios diagonales o cruceros, se desarrollan otros nervios en forma de “Y”, que a su vez forma una estrella de cuatro puntas y un espacio cuadrangular en su parte central, apareciendo en cada una de las intersecciones de cada nervadura, tanto en las secundarias como en la principal, unas claves adornadas con los escudos heráldicos de los Villena y rosetones, en un total de 14, siendo la más elaborada la central, en la que se representa a Cristo en Majestad en posición sedente que en su mano izquierda porta una bola o bóveda celeste coronada por una cruz y bendiciendo con la derecha como se le personifica en el atributo de un Pantocrátor.

Además del Retablo de esta capilla, que posteriormente se describe, en sus muros laterales se abren cuatro arcosolios del gótico florido donde se encuentran las estatuas orantes renacentistas, de cuerpo entero y labradas en alabastro, de los antepasados del primer marqués de Villena que fue el que costeó las obras de esta capilla para convertirla en panteón familiar donde quiso ser sepultado él mismo. Ocupando los nichos abiertos en el muro del Evangelio de esta capilla se disponen las esculturas de sus abuelos, Juan Fernández Pacheco e Inés Téllez de Menenses, mientras que en el lado de la Epístola se sitúan las de sus padres Alfonso Téllez Girón y María Pacheco, con escudos labrados cuya heráldica nos identifica a cada uno de los representados, y cuyos restos mortales reposan en una cripta debajo de la mesa de altar (compuesta en los años setenta del siglo XX, tras la restauración del ábside, con los bloques de piedra de tracería gótica que tapiaban sus ventanales).

Estos arcosolios que fueron empezados en el siglo XV en la época de Juan Pacheco, primer marqués de Villena, se realizaron al estilo del gótico tardío, con sus bóvedas labradas, molduras y tracerías en paredes traseras, pajecillos portando escudos, bajo arcos carpaneles rematados por conopiales ornamentados por crochets, etc., pero quedaron inconclusos hasta que el tercer marqués de Villena, Diego II López Pacheco promovió la ejecución de las esculturas renacentistas, encargando esta labor al escultor y tallista Gregorio Bigarny que las realizaría en la década de los años cuarenta del siglo XVI.

Por lo que se refiere a las obras de construcción arquitectónica de esta Capilla Mayor, las mismas fueron levantadas bajo la dirección de los maestros Marquina y Martín Bonifacio, colaborador éste último entre los más destacados de Hannequin de Bruselas, motivo por el que es evidente la estrecha relación artística de estas edificaciones con el foco hispano-flamenco toledano.

 

 

Detalles de las estatuas orantes

También hay que precisar que en los muros laterales de esta capilla se abren unos vanos con arcos rebajados de comunicación a cada una de las dos naves laterales, cerrados con rejas, e igualmente en el muro lateral de la izquierda se abre una pequeña puerta que comunica con la sacristía y la sala capitular.

En cuanto al monumental Retablo Mayor de la capilla, cuya traza fue realizada en el año 1617 por Lázaro Ruiz, se elaboró en madera de pino por el maestro entallador Hernando de Espinosa, rematándose el mismo en el año 1619 y dorándose en el 1667 por Gregorio Quintana.

Se apoya este dorado, policromado y estofado retablo sobre dos pedestales laterales en forma de ménsulas. Consta de predela y dos pisos con tres calles enmarcadas entre cuatro columnas estriadas con capiteles corintios que apoyan en la mencionada predela, completándose lateralmente con ornamentados guardapolvos y coronándose la parte superior del mismo con un ático sobre el que se eleva un Calvario.

En los espacios avanzados de la predela, que sirven de basamento a las aludidas columnas, aparecen frontalmente, en relieve, los cuatro Padres de la Iglesia Latina: San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo y San Ambrosio, mientras que en los intercolumnios e igualmente en relieve se encuentran de dos en dos las imágenes de los cuatro evangelistas.

Mención aparte merece el enorme Sagrario con cinco hornacinas que ocupa el centro de la predela y parte del primer cuerpo del retablo bajo un arco de medio punto, también con bajorrelieves e imágenes exentas, obra anterior que había sido realizada en el último cuarto del siglo XVI. En la puerta del mismo se representa en relieve a San Bartolomé y sobre él la Verónica con el Santo Rostro, mientras que en los dos nichos laterales se encuentran las esculturas exentas policromadas de San Pedro y San Pablo. En el cuerpo superior, en la hornacina central figura la escultura de María Inmaculada, entre los dos nichos laterales con las figuras esculpidas de San Juan Bautista y San Andrés.

En las hornacinas de los intercolumnios del primer cuerpo se sitúa a la izquierda la estatua exenta de San Julián, obispo y patrón de la diócesis de Cuenca, así como la de San José a la derecha, patrono de la iglesia universal.

En el segundo cuerpo preside la calle central la estatua de San Bartolomé, como titular y patrono de la Colegiata y a los lados los dos primeros diáconos de la Iglesia, San Esteban a la izquierda y San Lorenzo a la derecha.

El coronamiento se realiza con un entablamento sobre el que se sitúa en su parte central un frontón partido adornado en su centro con una cartela con la inscripción “Soli Deo honor et gloria” (Solo a Dios el honor y la gloria), y en cada uno de sus laterales con un pináculo de tipo triangular rematado con una bola.

Sobre ello se levanta el ático, formado por un relieve con la escena del Martirio de San Bartolomé, entre dos columnas estriadas de capiteles corintios, flanqueado por dos grandes medallones con los escudos de armas de Diego Roque López Pacheco, séptimo marqués de Villena en el siglo XVII.

Este ático se remata a su vez por otro frontón partido sobre el que se posiciona un Calvario.

 

 

 

 

 

Latitud: 39° 33' 36.9612" N
Longitud: 2° 42' 9.5796" W

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