El arte en Cuenca

Antes de su construcción en el siglo XVI este espacio estaba ocupado por un absidiolo gótico de la iglesia primitiva, motivo por el que de estas transformaciones arquitectónicas podemos contemplar sobre el espacio exterior de la capilla una pequeña bóveda de crucería gótica cuyos nervios fueron modificados parcialmente en época renacentista.  En alguna de las terminaciones de los nervios de esa bóveda aparece algún mascarón a modo de ménsula, siendo también muy significativa la clave de esta crucería que presenta la imagen de Santa Catalina y sus atributos de martirio, ya que esta mártir de Alejandría era la titular de la capilla antes de que la iglesia fuese elevada a Colegiata. Fue el cabildo de la Colegiata quien dio licencia al racionero Agustín Guerrero para realizar ésta fundación de la Santísima Trinidad.

 

Vista lateral de la reja de la Capilla.

 

La reja que cierra esta capilla, realizada posteriormente a comienzos del siglo XVII y cuyo autor desconocemos, consta de dos cuerpos de barrotes con la parte central avanzada respecto a los laterales que toman forma achaflanada para dejar mayor espacio al interior. El cuerpo inferior, de mayor altura que el superior, tiene una sola hoja en su puerta de entrada. Queda rematada la verja con un coronamiento de roleos creando con ellos una terminación de forma triangular.

Tras la reja vemos la arquitectura de esta capilla, formada por un renacentista arco triunfal de medio punto, sobre el que aparece un entablamento donde aparece en letras góticas: “GLORIA TIBI TRINITAS”. Su cerramiento superior por frontón en forma triangular acoge en su interior una pequeña hornacina con remate de venera.

En el centro de la predela, en la puerta del sagrario, figura la Virgen con el Niño en brazos, San José a la izquierda y Santa Ana a la derecha, mientras que en los laterales aparece la representación del Papa San Gregorio Magno a la izquierda y de Santa Quiteria a la derecha, igualmente pintadas todas ellas por Bartolomé Matarana.