MINA ROMANA DE LAPIS SPECULARIS “LA MORA ENCANTADA”
Esta mina, que puede ser visitada interiormente, se ubica como a un kilómetro al noroeste de la población, en una pequeña elevación conocida como el “Cerro de la Mora Encantada”.
El vecino del pueblo, Pedro Morales Cuenca, descubrió en dicho cerro la mina en el año 1955.
Esta mina de “Lapis specularis” o espejuelo de “La Mora Encantada” formaba parte de un complejo minero mayor, de al menos otras diez minas más, situadas en dos zonas, una junto a esta de la Mora Encantada, y otra cercana al cerro del Telégrafo o de San Bartolomé.
Dicho complejo minero se articulaba mediante una calzada secundaria que saliendo del pueblo y pasando por la de la Mora y en dirección a Valparaíso de Abajo (cruzando el rio Cigüela por un posible puente romano del que solo quedan sus arranques) se accedía al del Telégrafo y posteriormente al de La Quebrada (o Cueva del Espejuelo) camino de Valparaíso de Abajo.
La mina de la Mora, con más de un kilómetro de galerías, tiene una profundidad en torno a los -40 metros de cota y se estructura en tres zonas: sala principal, galerías del este y el tercer nivel; la última zona, la de mayor profundidad, puede estar a veces inundada.
Cuenta con dos pozos de extracción (uno de ellos de 25 metros) y con una entrada en pendiente con escalones tallados a pico como acceso o para extracción del mineral.
El complejo minero de Torrejoncillo, que se sitúa en ambas márgenes del río Cigüela, se vertebraba a través de la calzada que discurría paralela al río conectando con el paraje de Villas Viejas (Huete), donde enlazaba con la calzada principal que se dirigía hacia el puerto de Cartagena.
Desde la población, en el actual “camino de la Madre de Dios”, se llega a la Ermita de Urbanos, yacimiento romano posible “mansio”, villa o santuario en un importante cruce de calzadas (entre Urbanos y Villas Viejas y entre Urbanos y Segóbriga). Cerca se encuentra también el lugar romano de Santa Brígida.
Continuaba el camino por el yacimiento de Quintanares (otra villa) hasta la Ermita de San Miguel (Fuente del Pez), con restos romanos donde cruzaría al otro margen del rio y enlazaría con las minas de “lapis” de Palomares del Campo y de Villas Viejas, llegando a los Fosos de Bayona (antigua Contrebia Cárbica) para conectar con la vía a Carthago Nova.