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Buenache de Alarcón: Iglesia de San Pedro

 

 

IGLESIA DE SAN PEDRO APÓSTOL

 

La iglesia parroquial de San Pedro Apóstol en Buenache de Alarcón fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento en el año 2011 por parte del gobierno regional de Castilla-La Mancha.

 

Se trata de un templo que se ha ido completando a lo largo de los siglos. A su planta original de nave única se le ha ido añadiendo naves laterales, capillas, sacristías y otras dependencias. De esta manera tenemos que, tras un primer edificio de tipo románico, el templo fue ampliado en el siglo XV a tres naves y en los siglos XVII y XVIII se crearon capillas que podrían considerarse por sí solas verdaderas iglesias dentro de ésta.

A causa de ello el exterior del edificio ofrece una visión en la que aparece un abigarrado conjunto de formaciones cúbicas que manifiestan diversos tipos de nivel y volúmenes con los que se crean numerosas esquinas en su perímetro, a lo que hay que añadir los cimborrios con sus linternas.

Además de todo este juego de volúmenes, la iglesia presenta exteriormente dos puertas de entrada, su cabecera con ábside semicircular y espadaña a los pies que veremos a continuación.

El templo está construido en mampostería con refuerzo de sillería en las esquinas, al igual que la mayor parte inferior del edificio que es recorrida por un zócalo que remata con cornisa de piedra de perfil abiselado. Y en la parte superior de los muros se desarrolla en su mayor parte una cornisa moldurada para sujeción del alero del tejado.

Encastrados en los muros de la iglesia se encuentran estos dos escudos.

De su primitiva construcción románica se conserva el ábside semicircular, hoy en día sobreelevado, ya que en origen su altura sobrepasaba ligeramente el nivel de la pequeña ventana saetera que se encuentra totalmente cegada. Con posterioridad se abrió la ventana situada por encima de la saetera para la iluminación interna de la cabecera y nave de la iglesia.

En la parte baja del muro de poniente y adosada a él sobresale una estructura de planta rectangular, que se eleva hasta media altura del mismo, que corresponde a los muros que alberga en su interior el coro de la iglesia con una ventana enrejada para su iluminación.

Sobre este muro se alza la espadaña, también de época románica, aunque la actualmente existente es el producto de una modificación de la misma realizada en el siglo XVI, ya que originalmente tenía solo los dos vanos inferiores.

La actual espadaña muestra dos huecos para campanas en la parte inferior y otro más de menor tamaño en el espacio central superior, todos con arcos de medio punto. Este conjunto se remata con frontón triangular.

En la parte trasera de la espadaña, y como abrigo durante el desarrollo del toque de campanas, hay adosada una plataforma a modo de galería cubierta realizada en ladrillo, con pilares sobre los que apoyan arcos de medio punto.

La iglesia cuenta con dos portadas: una sencilla situada al norte y otra con mayor decoración orientada al sur.

La portada norte de la iglesia, realizada en sillería, se constituye a través de una puerta abocinada con arco de medio punto formado por tres boceles, que apoyan en sencillos capiteles y continúan a través de sus jambas hasta llegar a su basa.

En el ángulo superior izquierdo de la imagen se aprecia un escudo o blasón.

La portada sur se cobija bajo una estructura avanzada con bóveda de perfil escarzano realizada con sillares que apoyan sobre contrafuertes, todo ello en sillería.

El vano de entrada, cerrado por un portón de doble hoja, se enmarca bajo un arco de medio punto de arquivoltas planas que apoyan en sencilla imposta  sobre jambas lisas que frontalmente semejan pilastras ligeramente cajeadas.

La clave del arco muestra un adorno en resalte sobre la que se encuentran talladas en piedra las llaves de San Pedro bajo una mitra papal.

Sobre el entablamento que cierra la parte superior de la portada se encuentra una hornacina avenerada, entre dos pilastras cajeadas, que alberga la figura en piedra de la Virgen con el niño en brazos.

El interior de la iglesia se articula en torno a tres naves, con mayor anchura y altura la central. Éstas quedan separadas por arcos formeros que presentan a cada lado diferentes arcaturas y distintos tipos de apoyo.

Los dos arcos del lado Norte descansan en su punto de unión sobre un único pilar o machón que apoya sobre un pedestal de planta cuadrada. Estos arcos muestran decoración de doble bocel en cada lado de la rosca, que partiendo desde los pedestales recorren estas arcadas, con la inclusión de sencillos capiteles de anillos.

En el lado Sur o de mediodía son tres los arcos que en este caso se apoyan sobre gruesas columnas y pedestales cilíndricos que están formadas por basas de anillos, fustes de sillares y capiteles de anillos.

Cada una de las tres naves cuenta con una techumbre o cubierta con perfil de par y nudillo formada por una armadura a modo de artesa invertida, mientras que sus cabeceras muestran una cúpula en la central y bóvedas en las laterales, de crucería en la Norte y de terceletes la Sur.

La techumbre de la nave central se configura con los siguientes elementos en madera:

El arrocabe que, a modo de friso, recorre toda la parte inferior, muestra alargados motivos decorativos de molduras sogueadas.

Unas vigas maestras o jácenas pareadas que finalizan en los arrocabes, se apoyan sobre canes de proa o piezas en voladizo, a modo de ménsulas o modillones.

Desde el arrocabe parten diagonalmente los pares o vigas laterales inclinadas hasta unirse con los nudillos o vigas que horizontalmente aunan los pares en su parte superior.

Por encima de estos pares y nudillos la armadura queda cubierta por un conjunto de tablas o tablazón.

El paño horizontal superior o superficie plana de la armadura es el almizate, que muestra en su centro y en cada uno de los extremos un total de tres planchas con decoración de lacería y estrellas.

La tablazón muestra entre los pares y nudillos una decoración en los espacios rectangulares de alfardones con perfiles conopiales, y de chillas en las cuadradas con motivos de estrellas o rosetas.

Al final de la techumbre, en los ángulos de la cubierta, se extienden otras vigas dobles o limas mohamares que dejan un espacio entre ellas, para unión de los pares que discurren horizontalmente a la nave y los situados en posición vertical a la misma. Entre las esquinas de la parte final de la techumbre y para refuerzo de esa zona, se extienden otras vigas denominadas cuadrales.

Respecto a las techumbres de las naves laterales éstas son de similar diseño, pero con vigas maestras sin parear y con menor decoración.

En algunas de las baldosas del suelo de la iglesia, realizadas en barro antiguo, aparece impresa la marca de las llaves de San Pedro Apóstol, titular del templo.

 

También en la nave central, apoyada en una de las columnas cilíndricas del lado de la epístola, se sitúa un púlpito del siglo XVIII al que se accede por escalera de obra de recorrido helicoidal. Tanto la barandilla de la escalera como el antepecho están realizados con barras verticales de forja, que en la tribuna muestran en su mitad una macolla o rosca dorada.

La plataforma voladiza de la tribuna queda soportada a través de su parte inferior por un grueso barrote o pilar de hierro, que no desciende hasta el suelo, sino que se acoda para embutirse en la columna cilíndrica. Para refuerzo del entarimado de madera en la plataforma de la tribuna, hay cuatro pletinas de hierro que se desarrollan en forma de “S” partiendo desde la base de la tribuna hasta la unión de ellas al barrote central antes de su acodamiento.

El tornavoz o dosel que cubre el púlpito en su parte superior presenta forma hexagonal con cúpula en forma de cono creada por seis aristas decoradas con motivo de guirnaldas que se corona en su unión con un copete.

A los pies de la nave central se emplazan dos coros; el coro bajo, que se ubica en la capilla abierta en el muro de poniente y que lo sobrepasa bajo el hastial donde se eleva la espadaña cuenta con una sillería de madera de nogal. Junto a éste, el coro alto de planta cuadrada realizado todo en madera, que se sitúa frente a la entrada norte del templo, pegado a la primera columna que separa la nave del evangelio con la central. Éste muestra dos columnas que soportan sus respectivas vigas maestras sobre las que se apoyan otras menores para crear la plataforma o tribuna que cuenta con un pretil de balaustres torneados por varias roscas. Una celosía también de madera cierra el interior del espacio existente entre dichos balaustres.

La cabecera de la nave central se organiza con un presbiterio que cuenta con cúpula que apoya sobre cuatro pilares. Los dos primeros que apreciamos desde la nave central sirven también de apoyo al arco triunfal de medio punto de acceso al mismo. También se puede advertir que los lados del presbiterio cuentan con sus respectivos arcos de comunicación con las cabeceras de las dos naves laterales, éstos de menor tamaño. Y de frente, al fondo, encontramos el ábside con su retablo mayor.

Cúpula sobre pechinas que muestra en relieve sus ocho nervios o costillas. En las pechinas aparece nuevamente el motivo decorativo de las llaves y mitra de San Pedro. Para su iluminación se eleva una linterna en cuya bóveda despunta el motivo ornamental de un florón de seis hojas.

El retablo mayor, que se emplaza sobre un alto basamento o pedestal, está compuesto por predela y un único cuerpo con columnas salomónicas, coronado por un amplio ático. El conjunto del retablo adapta su disposición a la forma semicircular que posee el ábside del templo, de hechura románica.

Imagen del basamento de obra donde se apoya el retablo. Se aprecia sobre este pedestal la decoración barroca de bustos de angelotes a modo de atlantes que soportan el peso del mismo.

Sobre esta decoración se sitúa la predela en la que despuntan las ménsulas sobre las que se apoyan las columnas y pilastras del cuerpo del retablo.

En el centro de la predela se sitúa el sagrario que muestra en su parte superior la forma de un templete con columnas.

El cuerpo del retablo se dispone entre dos columnas o pilastras cuadradas laterales que cuentan con decoración en algo más de su mitad superior.

El retablo tiene seis columnas salomónicas que se articulan de la siguiente manera: el cuerpo central posee dos de estas columnas entre las cuales se abre una hornacina con arco de medio punto, que cobija una talla de San Pedro; en cada lateral hay otras dos columnas de similar factura entre las cuales se abre una calle que cuenta con una repisa o ménsula sobre la que se exponen sendas tallas.

Se remata en su parte superior con un entablamento que apoya sobre los capiteles corintios de estas columnas salomónicas.

Detalle de la parte central del cuerpo del retablo en la que apreciamos la figura de San Pedro en la hornacina y la decoración de pámpanos y racimos de uva de las columnas.

Detalle del busto alado de un angelote, situado en el entablamento sobre la hornacina que acoge a San Pedro. Sobre este busto aparecen nuevamente las llaves de San Pedro y un remate avenerado.

El ático del retablo presenta una disposición de bóveda de cuarto de esfera que se decora en los gajos que parten del centro superior o clave con motivos vegetales y de angelotes entre tallos.

En el centro del ático se abre la ventana que veíamos desde el exterior del ábside. Sobre este vano se aprecian otros dos angelotes de cuerpo entero que soportan una corona y por encima el remate del ático con la representación de un florón sobre el que se eleva un ave.

Retablos existentes en las cabeceras de las capillas laterales, así como sus respectivas bóvedas.

Cancela de ingreso a la capilla del bautismo, situada a los pies de la nave de la Epístola.

Esta cancela está formada por una reja de barrotes torneados de madera que conservan en parte su policromía.

Pila bautismal del siglo XVI con pie de base cuadrada que guarda una ornamentación de rocalla.

La copa o vaso de la pila muestra en su embocadura un grueso bocel liso, bajo el cual se desarrolla una decoración de palmetas que recorre exteriormente dicho vaso.

Sobresaliendo del ornato de palmetas y rompiendo la simetría de este contorno, aparecen en relieve otras cuatro palmetas a modo de asas de la copa de la pila.

Desde la nave del Evangelio se tiene acceso a la Capilla del Santísimo Cristo de la Viga, que cuenta con sacristía propia.

Esta capilla tiene una cancela monocroma de entrada a la misma realizada en madera.

Se estructura esta reja con un solo cuerpo de tres calles coronado por una crestería que toma la forma con que se cierra la parte superior a través de un arco de medio punto.

El plinto o pedestal del cuerpo de la reja está formado por un peinazo inferior que muestra paineles con decoración romboidal.

Las calles laterales fijas son de menor anchura que la central, que tiene puerta con dos hojas que abren el paso de acceso a la capilla.

Cada lateral tiene dos barrotes torneados atravesados por estrechos peinazos medios.

Entre el peinazo superior y el apoyo de la crestería se desarrolla un estrecho friso que tiene un total de diecinueve barrotillos torneados, de los cuales trece en la parte central y otras tres en cada lateral.

La crestería tiene dos arcos: uno más pequeño cuyos arranques se sitúan a la altura de los largueros de las calles centrales; y otro, por encima, que recorre el intradós del arco.

Entre estos arcos se despliega un buen número de torneados barrotillos con un medallón en el centro, que corresponde a la familia Ximénez Moreno, partido en tres cuarteles. En el blasón superior aparecen las iniciales B H con una representación entre ellas del orbe o globo terráqueo rematado por una cruz. En el inferior, cortado en dos partes, a la izquierda se distingue una cruz floridesada y a la derecha dos calderos.

 

Interior de la capilla con diseño de planta de cruz latina.

Las bóvedas que posee esta capilla son de arista en la cabecera y a los pies, de lunetos en los brazos, y en el crucero cúpula de media naranja sobre pechinas con linterna central.

Cúpula de la capilla del Santísimo Cristo de la Capilla.

Retablo barroco dorado con predela, cuerpo único con cuatro columnas salomónicas laterales y dos pilastras o estípites centrales, con dos estrechas calles en los lados y una en el centro más amplia que alberga el Cristo de la Viga, y ático con otras dos columnas salomónicas con un estípete a cada lado.

El acceso a la Capilla de la Inmaculada se realiza desde la nave de la Epístola y también posee sacristía propia. Perteneció a la familia Reyllo y se construyó en la segunda mitad del siglo XVII.

La portada barroca de entrada a esta capilla de la Inmaculada Concepción está formada por dos jambas de pilastras lisas y cajeadas rematadas en sendos capiteles con decoración de glifos. Sobre estos capiteles apoya un arco de medio punto con moldura de caveto.

La reja de madera que protege la entrada a la capilla está formada por numerosos barrotes torneados que guardan su policromía.

Esta puerta se organiza de la siguiente manera: un solo cuerpo de tres calles y un remate superior o crestería que se adapta al arco de medio punto que lo remata.

La parte inferior posee un peinazo con decoración romboidal en sus paineles.

Las calles laterales, que son más estrechas que la central, tienen tres barrotes verticales torneados cortados por estrechos peinazos, siendo la altura de la parte inferior de los mismos el doble de la superior.

En la puerta de entrada se sitúan otros cinco barrotes en cada una de las dos hojas que posee, con la misma distribución que en las calles laterales.

Por encima del cuerpo de esta cancela se extiende horizontalmente un total de diecinueve barrotes delimitados entre una base inferior que se apoya en los capiteles a la altura de su astrágalo y otra superior a la altura de su ábaco, como si de un friso se tratase.

La crestería es recorrida por tres arcos: el más ancho que discurre junto al intradós del arco de piedra de medio punto, otro paralelo al anterior hacia la mitad de menor arcatura y otro más pequeño dentro del cual se sitúa una flor de lis a cada lado y en el centro la representación de una torre almenada o castillo.

Entre estos arcos se desarrollan otro buen número de barrotillos torneados.

Realzando la entrada a esta capilla se encuentran labrados en piedra, empotrados en la parte superior del muro donde se abre esta puerta, dos escudos sujetados por leones rampantes con la heráldica de los Reyllo. En sus cuatro cuarteles figuran: en el primero un castillo con dos lebreles atados a la puerta del mismo; en el contiguo una flor de lis; en el inferior izquierda, cuatro bandas horizontales y en el cuarto, otro castillo con dos lebreles atados a la puerta.

Como timbre el escudo remata su parte superior con un yelmo y en la inferior con una máscara.

Detalle de la verja de entrada y de una de las dos tribunas que tiene esta capilla en los laterales del zaguán de entrada a la misma.

El interior de esta capilla de la Inmaculada está realizado en piedra de sillería. Tiene planta de cruz latina, con bóvedas de arista en la cabecera y a los pies. Se cubre esta capilla en su centro con una buena cúpula.

El retablo se compone de predela, cuerpo único y ático. El sagrario abarca la predela y parte del centro del cuerpo, el cual cuenta lateralmente con cuatro columnas salomónicas. El centro de este cuerpo lo ocupa un gran vano que abarca también un gran espacio de la parte central del ático, que se cierra con arcatura de medio punto.

El crucero de esta capilla se cubre mediante gran cúpula sobre pechinas que se apea sobre tambor en el que se abren ocho vanos como lucernarios.

Latitud: 39° 39' 21.2148" N
Longitud: 2° 9' 31.3524" W

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