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Huete: Castillo

 

CASTILLO

 

Sobre la cima de un cerro testigo alcarreño de gran importancia estratégica se asientan los restos del histórico Castillo (Alcazaba) y de los lienzos aislados de sus gloriosas murallas que partiendo de cada extremo del cerro descendían por su ladera este, sur y oeste, rodeando y protegiendo con ello a la población que se ubica a los pies de este otero.

Tras el asentamiento en este emplazamiento de celtíberos, romanos y visigodos, el origen de la población medieval se centró en el cerro del Castillo, tras la conquista musulmana de la península ibérica, donde éstos levantaron la alcazaba de Wabda, (Webde, Guepte), actual Huete.

Dibujo aportado por José Antonio Almonacid Clavería

 

Esta alcazaba islámica, reconstruida en el último cuarto del siglo IX por “al-Mutarrif ben Musa ibn Zennun”, que posteriormente fue cristiana, ofrecía una alargada planta rectangular que recorría de norte a sur la meseta del cerro donde se asentaba.

Construida en su origen mediante aparejo califal a base de sillares a sardinel, sus muros detentaban un total de quince torreones, y en su interior, hacia el centro de la misma, contaba con otro castillo denominado de “Isabel I”, edificado en la última década del siglo XV.

Dibujo aportado por José Antonio Almonacid Clavería

 

Este último castillo, mandado construir por la reina de Castilla, Isabel la Católica, tenía planta rectangular con cuatro torreones similares en cada esquina y un torreón central con aljibe en su sótano.

Entre los diversos acontecimientos históricos que se desarrollaron en este emplazamiento podemos destacar la visita y pernoctación del califa Abd al Rahmán III en el 935 d.C., y con posterioridad el intento de toma de la ciudad por parte de los almohades en el mes de Julio del año 1172. Esta ocupación resultó infructuosa, gracias a unos vendavales y tormentas que provocaron la casi inutilización del campamento almohade, lo que supuso la partida del contingente invasor, hecho éste que tuvo una trascendental importancia en el devenir histórico de Castilla y de la península ibérica.

De la alcazaba y del castillo de la Reina Católica podemos observar en la actualidad los restos de un gran torreón y fragmentos de los lienzos de la muralla que parten de él, así como vestigios de algunas cimentaciones del castillo.

Imagen del gran torreón que resta, al sur del lado este de la alcazaba y orientado hacia la población, que muestra un primer cuerpo o zócalo avanzado, de 2,50 metros de altura, sobre el que se eleva otro cuerpo retranqueado del anterior de unos 4 metros de altura, y por encima un tercer cuerpo de otros 4 metros de alto igualmente retranqueado respecto al inferior.

Del gran recinto amurallado con que disponía esta villa, cuasi totalmente conservados y utilizados como muros medianeros, pocos vestigios quedan visibles ya que muchos de ellos se encuentran ocultos por diversas construcciones que se han ido adosando al mismo. Los restos de esta muralla o cerca optense muestran una gran variedad en su forma constructiva con aparejos en tapial, sillarejo, sillares o mampostería concertada con verdugadas de ladrillo, como se manifiesta en las imágenes.

De las cuatro puertas que detentaba la villa se ofrecen las imágenes de los restos de la de Daroca, la de Almazán y la de Medina.

 

De la Puerta de Daroca se conserva parte de uno de los cubos que la franqueaba. Esta puerta se abría entre dos gruesas torres, con arco de medio punto.

La Puerta de Almazán, aneja a la Torre del Reloj, presenta una estructura modificada de su aspecto original (ver en la web la Torre del Reloj y Arco de Almazán).

Por ambos lados del muro de la puerta se muestran  arcos de sillería de medio punto, con bóveda de arista que cubre el espacio existente entre ellos.

La Puerta de Medina es la única medieval que se conserva del recinto amurallado.

En la imagen vemos a la izquierda el denominado arco de Caño Mocho, moderno arco extremadamente rebajado, que se abre en la muralla para favorecer el paso entre ambos lados de la misma, y a la derecha el arco de salida de la puerta acodada de la Medina.

 

Reedificada por los cristianos en el siglo XII, esta puerta de Medina aprovecha un ángulo de la muralla para conformar una entrada en recodo que conserva dos arcos apuntados realizados en sillares uniformes de caliza.

El segundo arco, el del interior, es similar al primero, pero de menor altura.

El espacio comprendido entre el primer y segundo arco se cubre mediante bóveda apuntada.

 

 

Vista del cerro del Castillo desde el cerro de Alvar Fáñez.

Vista de parte de la población con el cerro del CASTILLO

 

 

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Latitud: 40° 8' 50.1684" N
Longitud: 2° 41' 38.3424" W

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