Belmonte: Colegiata (14) Capilla de San Juan Bautista

Capilla de San Juan Bautista

De las tres capillas que se abren en la nave de la Epístola, ésta de San Juan Bautista es la más cercana a la cabecera de la iglesia, siendo junto con la Capilla Mayor y la de San Pedro y San Pablo las más antiguas edificadas pues se realizaron en los comienzos de la construcción de la Colegiata.

Fue fundada en el año 1451 por Diego Muñoz, capitán de las tropas de Diego López Pacheco, II marqués de Villena, que posee varias obras artísticas interesantes.

Bajo un gran arco se despliega una reja gótica, de autor desconocido, que no llega a cubrir todo el vano de entrada a la capilla.

La reja presenta un sencillo diseño, con barrotaje cuadrangular presentado en arista, que guarda cierto parecido a la de San Pedro y San Pablo, ordenada a través de tres tramos delimitados por barras horizontales en los que los dos inferiores cuentas con la característica decoración de macollas, no así la superior. En este caso la puerta de entrada no se sitúa exactamente en el centro del tramo inferior sino algo desplazada hacia nuestra derecha. Su coronación se ejecutó a base de dobles flores doradas acabadas en afiladas puntas.

Detalle del coronamiento de la reja a base de flores doradas acabadas en afiladas puntas.

Tras la reja encontramos el interior de la capilla, toda ella labrada en piedra de sillería, con cuatro altas columnas en cada uno de sus ángulos con sus respectivos capiteles, de hojarasca y cardinas góticas, sobre los que discurre una imposta de moldura corrida que a esa altura recorre todo el perímetro interior de la misma, tan solo rota en la parte superior del arco de entrada.

Sobre los capiteles de éstas columnas descansan los nervios de la bóveda de crucería, cuya clave muestra el escudo del fundador.

En cada uno de los muros laterales se sitúa un retablo, que posteriormente son descritos, mientras que en el muro frontal encontramos los dos habituales arcosolios de arcos ojivales sobre columnas laterales y pilastra central, con sus correspondientes capiteles góticos de tipo vegetal, que en su momento se abrieron para enterramientos, pero que en la actualidad lo que nos muestran es un Calvario gótico, con la imagen de Cristo con su paño de pureza en la enjuta de los arcos y la Virgen y San Juan colocados en los nichos.

El Calvario gótico situado en los arcosolios.

Por encima de los arcosolios y sobre la imposta se abre una ventana de arco ojival flanqueada con otro escudo a cada lado sobre dicha moldura.

El Retablo que encontramos en el muro de la derecha es el denominado Cátedra de San Pedro, que es de principios del renacimiento y proviene de la capilla de su nombre, con seis pinturas sobre tabla que podrían corresponder al mismo autor que realizó el de la capilla de la Inmaculada, o al menos de esta misma escuela toledana.

De lo que sí tenemos noticia es que el entallador de este retablo castellano-flamenco fue un vecino de Villanueva de la Jara, Juan Gómez, en el año 1506.

Tiene forma de tríptico con tres escenas en cada piso separadas por finas pilastras de madera, y con la figura central superior bajo un ornamentado dosel, todo ello sobre una espaciosa base lisa de madera a modo de predela sin decoración alguna salvo los dos remates laterales en diagonal de sencilla labra con un orificio circular a cada lado.

La escena de la izquierda en el cuerpo inferior de este retablito corresponde a la Estigmatización de San Francisco de Asís arrodillado ante la presencia de un serafín que ha tomado la figura de Cristo Crucificado de cuyas manos, pies y costado salen líneas de luz y de fuego que van a parar al Santo. En la casa o recuadro central inferior se representa la Misa de San Gregorio; en ella también se aparece Cristo Resucitado, y en la casa de la derecha tenemos a San Jerónimo vestido de cardenal y traduciendo la biblia vulgata en Jerusalén.

En la casa superior de la calle izquierda aparece sobre un púlpito la figura de San Pedro predicando, entre los que se encuentra Diego de Hinestrosa vestido de canónigo, mientras que en la calle central, ocupando un mayor espacio, San Pedro en su cátedra vestido de Pontifical, y a la derecha está la última de las pinturas con la imagen de San Pedro liberado de la cárcel por un ángel.

En el muro opuesto, encontramos el otro Retablo de esta Capilla, que en este caso responde al Altar de Campaña que usó el Marqués de Villena, que está dedicado a su santo patrono Juan Bautista y es el más antiguo de la Colegiata.

Este retablo, que reposa sobre dos ménsulas de madera, está compuesto en su conjunto por dos partes diferenciadas: una parte inferior proveniente de otra obra, datada a finales del siglo XIV, y añadida posteriormente como predela al cuerpo superior y su ático, que es el original altarcito de campaña utilizado por el Marqués, obra hispano flamenca esculpida en el XV.

La predela nos muestra, en pintura sobre tablas, cinco figuras de apóstoles y santos, separadas por columnillas que soportan dorados arcos góticos.

El cuerpo superior, bajo dobles arcos conopiales a modo de doseles, presenta en su recuadro central la escena del Bautismo de Jesús por Juan Bautista en el río Jordán. En el de la izquierda representación de la Degollación de San Juan en la fortaleza de Maqueronte, y en la casa de la derecha la del Banquete de Herodes con Herodías mostrando la cabeza de San Juan Bautista.

En el ático restan dos pinturas a los lados, con las figuras femeninas que representan a la Sinagoga y a la Iglesia.

Pintura representando la Sinagoga.

Pintura representando la Iglesia.

Junto al retablo y sujeto a la pared se dispone un asta o mástil del que cuelga un pendón musulmán que el fundador de esta capilla, el capitán Diego Muñoz, arrebató en una escaramuza durante el cerco que el marqués de Villena realizó a la ciudad de Málaga en el año 1487.

Hay que reseñar que en los dos muros laterales, donde se encuentran los retablos descritos, su ornamentación queda complementada con algunas tallas en madera.