Del Siglo XIII y procedente de la población de Ribagorda, esta románica cruz está trabajada en cobre dorado y guarda similitud con la de Arrancacepas en cuanto a su diseño, aunque en este caso se trata de unos brazos en los que su intersección quedan potenzados formando un cuadrado, teniendo ampliaciones en forma elíptica antes de su terminación a modo de flor de lis, salvo en el extremo inferior ya que este brazo se encuentra partido, no pudiendo observarse su empuñadura, que podría ser de cañón y nudos lisos, apropiados a su carácter profesional.
El cayado del báculo pastoral de San Julián es una pieza realizada hacia el año 1.200 en bronce dorado y esmaltado mediante la técnica de tipo excavado o Champlevé utilizado en el taller de Limoges.
En el esmaltado predomina el color azul que se combina con colores blancos y rojos.
La iglesia de San Miguel en su origen era de nave única, presbiterio y ábside semicircular, conservándose actualmente de su original construcción románica el ábside y parte de su muro meridional.